Tenía ganas. Tenía tantas ganas de tejer al fin una rebeca de crochet. Estaba frita por aprender y al final lo he hecho: he logrado tejer una rebeca de crochet de niña.
Sé que les embarga la misma alegría que a mi y que esto es solo un paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad . He de decir que la primera vez es la más difícil porque como no sabes cómo es pues no sabes si estás haciéndolo bien o mal. No negaré que tuve que deshacer lo avanzado pero la lana, lo maravilloso que tiene, es que si te equivocas deshaces y vuelves a tejer (Si te das cuenta claro… verás al seguir leyendo). No hay tela cortada mal que queda inservible.