¿Que se va a montar una mega fiesta en Tenerife cuyo eje central va a ser una paella espectacular? Señoras y señores agárrense los machos porque vamos a montar un boncho (fiesta en canario) valenciano. Ahí es ná.
Pues este boncho valenciano se necesita un señor delantal. Un delantal fino, refino. El cocinero, el pare de la familia, lo merece y la ocasión se precia para ello.
A esta fiesta de fusión cultural sin precedente podríamos denominarla boncho valenciano y quedan ambas partes tan contentas
Paella para 40 personas. Sí, sí, han leído bien. Valenciano al mando de los fogones y costurera el sábado por la tarde viviendo al límite cosiendo para que el señor cocinero vaya hecho un pincel. Todo esto porque a ella se le mete en la cabeza hacer un delantal temático.
La presión y el trabajo me lo pongo yo misma, no vayan ustedes a creer.
El patrón lo saqué de un delantal que ya teníamos en casa.
Va a dos telas: sarga por delante y vichy por detrás. Bolsillo bien grandote al centro y lazada para atar bien grande también, para que se pueda atar por delante si el cocinero lo requiere. La lazada del cuello y la trasera es cinta de algodón negra. Las letras están en rojo, amarillo y azul como la bandera de valencia y las letras han quedado de aquella manera… hand made a tope.
Las letras me costaron y bastante. Y quedaron regular pero están hechas con mucho cariño. Eran pequeñas para ribetear y encima cuando ya andaba sufriendo para encajar el ribete me doy cuenta de que estoy usando un largo de puntada de 2,5 y yo para estas cosas siempre uso 5. Están hechas en tela de algodón entretelada.
El delantal tiene mensaje y como en esta familia estamos bien fusionado le he puesto una banderita canarias chiquitina en un lateral. Prometido está que cuando volvamos a Valencia descoso un lado del bolsillo e inserto un trocito de bandera valenciana.
Esto es una hermandad de pueblos y lo demás son tonterías 😉
El boncho valenciano quedó de primera categoría.
No importó ni la lluvia, ni el fresquete que se sentía en la medianía isleña. Todos disfrutaron, todos se embostaron y todos lo pasaron de categoría.
Che açò cal repetir-lo 😉