Una de la cosas curiosas que viví en este embarazo, bueno en este último embarazo, es que la línea alba parecía que no me quería salir. Avanzadísima me encontraba con mi tripota protuberante y nada, no había indicio de que apareciera. Pensé incluso que no me iba a visitar nunca y dejé de esperarla.
Un día, ya entrado el último mes, me miré en el espejo y !zas! Allí estaba ella: ocurra y bella. No supe cuando había salido…la noche anterior?? Unos días antes??? En ese momento??? El caso es que estaba allí y yo cada ve que la miraba sonreía.
Ahora ha pasado junto un mes y medio desde que parí y todavía está conmigo. Y no quiero que se vaya.
Es verla y asomar en mi cara una sonrisa tontorrona 😉
Que linda! La mía duro mucho más en el segundo embarazo, tardo como 3 meses en irse!
La mía también tardo en salir tanto que, como tu, deje de esperarla. Todavía mas tardó en irse y me encantaba 🙂 pero lo que mas, mas, mas me gusto fue cuando en medio de mi tripota gorda mi ombligo se volvió del revés, justo días antes de parir a mi peque…. ¡¡lo añoro!!
Disfruta las lindas marcas de esta experiencia única. 🙂
Tarde llegó y tarda en irse. La verdad es que son recuerdos preciosos todos aquellos que tiene que ver con el embarazo.
Espero que me dure hasta el verano !!!! 😛