Fos es una palabra canaria. Una palabra que se utiliza cuando algo huele mal. Puede ser el equivalente a “bufffff que peste” o “madremia que mal huele”. Después de la aclaración suelto la frase que quería decir:
– Fosssssssssssssss que peste en los pañales de mi niño.
Sí, esta entrada va a resultar un tanto escatológica pero seguro que muchas mamis y papis ya están curados de espanto. A los que no tengan niños tampoco les vendrá mal un poquito de realidad porque he de decir una cosa: a medida que mi niño crece, el aroma pestilente de sus pañales crece en intensidad.
La verdad es que hace 7 meses no pensé que fuera a decir esto porque aquellas caquitas líquidas resultantes de tomar sólo pecho, a mí no me olían para nada mal. De verdad de la buena. Admito que la caca de mi niño a mí no me apestaba para nada. Era un olor dulzón pero no especialmente desagradable. Pensaba, ilusa de mí, que a una mamá las cacas de su niño nunca le olerían mal.
Pero me equivoqué.
Porque ahora cada vez que el pequeño príncipe hace caca y llega el momento de cambiarlo, sale un olor de ese pañal bastante antipático (por decirlo finamente). ¿lo mejor de todo? Que mi pequeño príncipe ha dicho adiós a sus problemillas de estreñimiento y ahora puede regalarme cuatro pañales cacosos al día. Una fiesta en casa vaya.
Lo mejor de la historia es que cuando el principito termina de hacer sus deposiciones te mira y se ríe y me enseña esos ocho dientes que le coronan la boca. Entonces a mí no me queda otra que besarlo, apesten como apesten nuestros alrededores. Amor de madre cuentan…
Jajaja… casualmente este fin de semana quise cambiarle la leche a Mími y el resultado fueron pañales radioactivos…
8 dientes! qué maravilla!!! ya comerá de todo! claro.. por eso los pañales olorosos jajajaja
Besitos